AIRES CONDICIONADOS

1 de Septiembre del 2008 a las 9:12 Escrito por Jaime Aguilera

Enfermedades como el resfriado o la faringitis han dejado de ser “de temporada”. Ya no acuden solícitas al irónico abrigo del frío invierno: ahora también están presentes en la moda primavera-verano de la época estival.
 Y todo gracias al invento diabólico de los aires acondicionados. Recuerdo que hace años, en los Estados Unidos, cada vez que entraba a un restaurante tenía que abrigarme si estaba en septiembre, o desnudarme si había en la calle una nevada de varias pulgadas. La cosa era demostrar el poderío yanqui de doblegar al termómetro de la naturaleza y, de paso, derrochar energía a raudales.
 Incluso en la no tan boyante Argentina no podía disfrutar de los buenos aires de Buenos Aires por culpa de los aires sofisticados y artificiales de potentes máquinas.
 Pues bien, como toda epidemia, esa necesidad de vivir “contra natura” también se ha extendido a la piel de toro. La gente tiene que ponerse la rebeca, en pleno julio, en el cine o en la oficina. Hasta el gobierno ha tenido que regular la temperatura dentro de los edificios públicos para que sea más razonable.
 Somos tan estúpidos que hacemos un esfuerzo energético en conseguir ambientes contrarios a nuestro bienestar físico, y, valga la redundancia, al propio medio ambiente.
 Nuestras madres nos decían que de pequeños que nos cuidáramos de las corrientes; ahora resulta que también nos tenemos que cuidar de aires que, más que acondicionar nuestra calidad de vida, lo que consiguen es condicionar nuestro bolsillo y, sobre todo, nuestra frágil salud.

Categoria: Artículos | 174 Commentarios »

Free Celebrity ScreensaversFree Online Games