JUEGOS OLÍMPICOS SIN FÚTBOL

21 de Agosto del 2008 a las 14:13 Escrito por Jaime Aguilera

Más de dos millones de españoles hacen que el periódico más leído sea un diario deportivo que podemos decir, para nombrarlo sin hacer publicidad expresa a la competencia, marca la diferencia. En su portada, durante casi prácticamente todo el año, se pueden leer titulares tan llenos de contenido como que el futbolista de moda ha dicho, de forma sorprendente y aguda, que van a hacer lo que sea para ganar el partido; o aquella otra gran frase que se suele recoger a cuatro columnas después del encuentro: “hemos sido mejores”.
 Todo eso sin mencionar que sea todo un debate nacional si Raúl debería estar en la selección nacional o no; o sin entrar en detalle de las coberturas especiales de los informativos de televisión en los hoteles de concentración de los equipos (donde nos cuentan hasta lo que han almorzado ese día o si fulanito o menganito han podido entrenar).
El caso es que tenemos fútbol hasta en la sopa, y si algún efecto balsámico tienen los juegos olímpicos es que descubrimos de nuevo la grandeza del deporte, ensombrecida hasta entonces por un espectáculo mediático y por cifras de negocio escalofriantes.
También hay fútbol en los juegos olímpicos, pero descafeinado para que no haga sombra al Mundial, con mayúscula. Cuando el resto de los deportes hacen de las olimpiadas una edición especial de su mundial –minúscula-, los altos ejecutivos de la FIFA siguen negándose a ser como los demás, porque ellos son los reyes de lo universo.
Pero, por fortuna, y pesar de la sombra alargada del astro rey a través de los fichajes y torneos de verano, uno puede ver que hay vida después del balompié: puede maravillarse con la belleza antigua y española de la esgrima, o las estrategias apuntadas en una libreta de la halterofilia bajando y kilos en segundos, o los dibujos –que no rayas- en el agua de la natación sincronizada, o la hípica, o la vela, o el remo, o la gimnasia…
Detrás de ellos está el sacrificio de muchos y la gloria de muy pocos. Profesionales que entrenan todos los días sin que nadie nos cuente si han comido macarrones o se han torcido un tobillo.
Se dice que el fútbol mueve pasiones, pasiones de pan y circo romano. Gracias a Zeus, ahora toca el tiempo de la tregua olímpica.

Categoria: Artículos |

Deja tu comentario

Please note: Se ha habilitado la moderación de comentarios

Free Celebrity ScreensaversFree Online Games